viernes, 13 de noviembre de 2015

CONVIVENCIA OTOÑAL EN EL CERRO DE LA JURADA

El pasado 12 de noviembre todos los niños y niñas del C.P.R. Bembézar nos reunimos para celebrar el otoño en El Cerro de la Jurada, paraje situado en la localidad de Céspedes.

Los niños y niñas que venían de Mesas de Guadalora y Los Cortijuelos se desplazaron en autobús hasta Céspedes, sin embargo nosotros, como ya estábamos aquí, solo tuvimos que poner en marcha nuestros pies ¡así de sencillo!

El punto de partida fue la plaza de Céspedes, junto a la fuente. Desde allí empezamos el camino.

El recorrido fue el siguiente:
Subimos por la calle paralela al edificio del ayuntamiento (se ve al fondo en la foto), al final de la misma nos dirigimos a la derecha por una calle perpendicular hasta llegar a un camino de tierra en la margen izquierda. Para acceder a él, cruzamos por un puente de hierro que atraviesa un canal de riego. A ambos lados hay campos (con naranjos, como se ve en la foto de abajo).

A continuación comenzamos a subir por la pista de tierra, que tenía una leve pendiente. 
Si observáis bien la fotografía de abajo podréis apreciar que el recorrido no era totalmente recto ¿cómo era entonces?
¡Esa respuesta la tenéis que pensar!
Ahora mirad con mucho cuidado la foto que está abajo. ¿Cuántas personas veis?

Después de esta primera subida, tomamos un sendero a la izquierda por el que ascendimos...


¡Y llegamos a este hermoso prado!


Allí dejamos nuestras mochilas y tuvimos nuestro momento de exploradores y exploradoras.




También encontramos un corral con cerdos.




A ver si adivináis que partes del cerdo muestran estas fotografías.








Algunas personas estaban recolectando espárragos, los brotes tiernos de la esparraguera.
Observad el proceso en las siguientes fotografías.






También en el prado hay palmitos, las únicas palmeras autóctonas de la Península Ibérica.



Llegó por fin el momento de la merienda. Sobre el mantel hay diferentes frutos carnosos,propios de esta estación, que vosotros y vosotras tendréis que ir nombrando. 







¡Con todo ya dispuesto es momento de degustan tan deliciosos manjares!






Los restos de frutas se aprovecharon para alimentar a los cochinos que sabiamente lo agradecieron con un gruñido.




Después de recoger todo nos dirigimos a la siguiente parada para degustar los frutos secos (castañas, nueces, avellanas, pistachos, anacardos y cacahuetes). En el camino nos encontramos con estos hermosos árboles.
Son encinas de las que recogimos algunas bellotas. 





En la segunda parada hubo momentos para descubrir angostos territorios, cuevas llenas de maleza pero sobre todo ¡disfrutar de la naturaleza!




Aunque es otoño también se pueden encontrar estas hermosas flores, a las que popularmente llaman candiles.
¿Será quizás por su forma?




Este nido se hallaba entre las ramas de un arbusto.
Estaba vacío porque no es época de cría.


En la naturaleza todo está en profundo cambio, algunos animales mueren y tras su proceso de descomposición nos dejan restos como este hueso.

Otros pequeños exploradores también encontraron mas huesos. Aquí posan con uno de ellos.




De vuelta a casa atravesamos una antigua necrópolis (cementerio) cuyas tumbas están excavadas en la roca. Esta necrópolis se cree que es de los siglos V y VII de nuestra era.



Si pincháis este enlace podréis saber un poco mas.

http://notascordobesas.blogspot.com.es/2014/12/necropolis-tardoantigua-de-el-ochavillo.html?spref=fb.

¡Así posamos los niños y niñas de Céspedes! ¡Como auténticos zombis!



Ya bajando por el camino nos encontramos con estas hermosas vistas.
Céspedes

Torre de la iglesia de Céspedes con Hornachuelos al fondo.

Al fondo la vega del Guadalqivir bordeada de naranjales.
De vuelta en la escuela, acabamos de realizar nuestros trabajos del otoño que incluían también una receta con frutas ¡rica, rica!




Deseamos que os haya gustado el relato de esta excursión y os esperamos para la siguiente.


¡Hasta la vista!

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